Adorable,
conmovedor, sensual, espontáneo, cautivador, confortable, colorista… hay
álbumes que abarcarían la totalidad del espectro de calificativos. Sin duda, Mermaid Avenue es uno de ellos. Es una prueba fehaciente de que no hay
tiempos concretos en la cronología de rock and roll para facturar piezas
maestras; finales de los noventa, los astros encuentran su conjunción y las
tres mil letras manuscritas nunca musicadas del cuaderno de Woody Guthrie pasan
de manos de Nora Guthrie a las de, un amante disciplinado del cantautor de Oklahoma,
Billy Bragg y a las de dos de los músicos más conectados del momento, Jeff
Tweedy y Jay Bennett; quienes quedarán encargados de sumar el elemento necesario
para que algunas de esas letras se conviertan en canciones y reluzcan como
lo que siempre fueron pero nunca llegaron a ser.
Hay
álbumes con los que consigues conectar finalmente dejándolos reposar, pero
decididamente éste no es uno de esos. La conexión con Mermaid Avenue es inmediata. Hay melodías que instantáneamente se
fijan al corazón, en las que indudablemente se percibe que sus creadores
recibieron la inspiración poética de Guthrie: California Stars, I Guess I Planted, Way Over Yonder in The Minor Key,
Birds and Ships, The Unwelcome Guest…, la materia lírica, en conjunción con
la historia sobre de la vida y obra del cantoautor norteamericano, son los
elementos que subyacen en el interior de este trabajo.
Mermaid Avenue, consiguió traer el
frente de nuevo a una figura un tanto difuminada por los tiempos, muchas veces
no lo suficientemente conocida para los amantes de la música. La figura de
Gutrhie está en Mermaid Avenue por
todas partes, en las letras si, también en los acordes, en la melodía principal
y en los acompañamientos. Es una invitación más para entrar en un universo esplendido
de pensamientos, sensaciones y emociones con las que nos deleito un cantoautor
que siempre lucho contra la irracionalidad y la injusticia con el mejor arma
que tenía a su alcance: la música.
Una
vez disfrutado, Mermaid Avenue se
quedará contigo para siempre poniendo color en la vida, por muy gris y anodino que sea
el momento.
1 comentarios :
Vaya maravilla de disco. Fue mi primer contacto con Billy Bragg. Desde entonces es un imprescindible.
Publicar un comentario