noviembre 01, 2015

Zombies, punk y blues del Delta.

Mil y un artefactos forman parte de la materia plástica de la que se compone esta bomba de relojería que, sobre todo, está destinada a no dejar impasible a quién se preste a colocársela entre los oídos. Desde que la púa rasga las cuerdas hasta que los vatios son vomitados ferozmente por el amplificador, la señal se procesa por mil y un filtros, llámense fuzz, reverb, delay, overdrive…, para crear un conglomerado sónico que, por momentos, se masca.

Rock Them Back To Hell! deja claro que tipos como Jon Spencer y los suyos no tienen la exclusiva en utilizar el blues como materia prima en las composiciones para dar vida a una amalgama de sonidos que acortan la distancia que separa el rock del punk y viceversa; aunque es evidente que en este álbum Brenn Beck y Freddy J. IV a.k.a Left Lane Cruiser decidieron utilizar como materia prima la variedad aromática del Delta, en la que el dobro y el slide tienen mucho que decir, dejando ver con ello cuales son las influencias que les hacen caminar como banda: el blues del Mississippi y aquellas variedades del country con mayor regusto redneck.

Platos que suenan como cazuelas, bombos desencajados o frases frenéticas de slide podrían corroborar las teorías de aquellos que piensen que en el rock and roll lo más importante es tocar lo más alto posible sin dar demasiada importancia al cómo, con el fin exclusivo de dejar noqueado al oyente; pero Rock Them Back To Hell! deja en agua de borrajas un argumento como ese, pues el material que nutre su contenido evidencia que nada es circunstancial y que todo ha sido cuidado al máximo detalle, hasta ese riff capaz de dejar fuera de servicio al rockero más familiarizado con grandes ‘vatiajes’.

Rock Them Back To Hell! pone de manifiesto que el blues no es un estilo anacrónico ni una fuente seca de la que no puedan destilarse nuevos caldos espirituosos capaces de hacer revivir al más aletargado.  

¡No utilizar cual bálsamo para deshacer la resaca!.

2 comentarios :

Jorge García dijo...

Tal y como lo cuentas se me hace imposible no acercarme a esto, desde luego el blues no es una fuente seca, y siempre son bienvenidos trabajos que le den una vuelta al viejo blues.
Un abrazo.

Aurelio dijo...

Lo primero que escuché de está banda fue el último álbum, Dirty Spliff Blues (2015) y no me enganchó demasiado, pero ha sido escuchar este disco y conectar instantaneamente. De todas formas, como bien sabrás por experiencia propia, la música te asienta o no según te pille el cuerpo y a mi Rock Them Back to Hell! me ha pillado receptivo.

Un abrazo.

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