No
tengo imagenes memorables de la música nacional de los ochenta más que los recuerdos de mi propia juventud -melenas, remaches y cuero negro-, no tengo más
ecos de la ‘movida madrileña’ que con los que tanto ha machacado la
radio-fórmula a través de los tiempos; ni del rock and roll que en esa época
que procedía de la Ciudad Condal. No soy demasiado de Loquillo, aunque reconozco
que siempre le sobró actitud –algo muy valioso cuando uno se dedica a la
música- , buen hacer y oportunidad a la hora de relacionarse con otros
músicos/compositores que le sacaran las castañas del fuego a la hora de
escribir canciones, llámense Carlos Segarra, Sabino Méndez o José María Sanz.
Sin
querer profundizar en polémicas fútiles, tengo que decir también que me importa
un huevo si Loquillo hace anuncios de
bancos o de cervezas, y que realmente lo que me importa es solo eso, LA MÚSICA,
y pasar un buen rato al lado de un buen disco. Si no fuese así, seguro que me
hubiese perdido muchísimas cosas sobresalientes; desde la discografía completa
de Ted Nugent hasta el Axis Blood As Love
de Jimi Hendrix o el Quadrophenia de
los Who.

Para
quien se despiste fácilmente con los títulos o las imágenes de cubierta, cabe
decir que este artefacto podría haberse titulado perfectamente Código Rocker
Nu-Niles & Loquillo, porque desde el arranque se percibe el rockabilly sudoroso,
el twang guitarrero y el aroma tex-mex de la música de la banda barcelonesa.
Mario Cobo es un guitarrista genial, curtido en todos los palos –para mi de lo
mejorcito que se puede encontrar en el panorama nacional actual- y Ivan
Kovacevic un gran contrabajista y compositor; que se han acercado al repertorio
de Loquillo para parir un disco redondo con sabor a puro rock and roll de los
años cincuenta.
Por
si sentiste cierto impacto negativo al contactar visualmente o al oír mencionar
la publicación inminente de Código
Rocker, la mejor forma de disiparlo es sentir de cerca el sabor de ese género tan genuinamente americano
llamado rock and roll con piezas tan contundentes como Eres Un Rocker, Quiero Un
Camión o Channel Cocáina y Dom
Perignon, el aroma del doo-woop de Piratas
o versiones hilarantes como las del I
Fought de Law de Sonny Curtis –Luché
Contra La Ley- o del Someday Someway
de Marshall Crenshaw –En Cualquier
Momento-.
Detractores de Loquillo, si os gusta el rock and roll, por favor obviadlo porque sin dudarlo esté será vuestro disco... 'No hay color...'