La
discografía de Neil Young es extensa; cerca de sesenta álbumes entre trabajos
de estudio, directos, bandas sonoras y recopilatorios. Algunos de ellos
sintetizan sus momentos cumbres mientras otros los momentos más bajos, tanto en
lo personal como en lo compositivo; otros son poco o nada apreciados por el
propio artista pese a gozar del beneplácito de los fans – y esto me trae a la
memoria el dichoso ‘Time Fades Away”, que no acaba de reeditar en vinilo pese a
las promesas recientes de hacerlo (por fin conseguí hacerme con una edición
original en vinilo, que mis euritos me ha costado)- y algunos poco apreciados
por los fans pero que gozan del beneplácito del artista; aunque creo que
estaréis conmigo en que su discografía está entre las más solidas del rock and
roll.
Proyectos
como Homegrown o Chrome Dreams I quedaron depositados en los baúles
definitivamente por distintos motivos: no era el momento más apropiado para
publicar un álbum de cariz folkie o porque la inspiración había salido de
momentos descarnados, demasiado dolorosos en los que no convenía abundar. Se
buscaron los momentos más precisos, y aunque aquellos álbumes no fueron
publicados como habían sido concebidos, sirvieron para nutrir de material a
otros que con el tiempo irían apareciendo para nuestro placer y disfrute.

Hawks
& Doves es un álbum homogéneo en sensaciones que se recrea en la amargura y
que pese a estar conformado por material de distintas procedencias forma un
ente propio; es el eslabón plateado de la cadena dorada que conforma la obra discográfica
del fantástico músico canadiense.
Por
distintas cuestiones voy a estar fuera de servicio unos días. Sed felices y
disfrutad de las vacaciones, si las tenéis, o del tiempo libre que nos dejaran
estos días.
1 comentarios :
Un muy buen disco que no me preguntes porque nunca recuerdo, como si fuese necesario que me tropiece con el para recordarlo y pincharlo.
Yo también salgo unos días.
A disfrutar y un abrazo.
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