Mientras 1971
transcurría en apariencia sin pena ni gloria para los españolitos, embelesados
con los acordes de la canción del verano –Help ¡Ayúdame! de Tony Ronald- y
mediatizados por la fuga del Lute del penal del Puerto de Santa María; al otro
lado del Atlántico sucederían acontecimientos que dejarían su marca indeleble
en la historia del rock and roll.
Visto con la
perspectiva del tiempo pasado, 1971 resultó ser un año importante en lo referente
a realizaciones discográficas, más en su relevancia que en su abundacia: At
Filmore East, Pearl, Electric Warrior, Sticky Fingers, Led Zeppelín IV, Who’s
Next o L.A. Woman junto a Cahoots habrian
de compartir espacio en la estanterías de novedades de las tiendas de discos; salvo
en nuestro país, dónde a duras penas se colaban entre las ondas radiofónicas
los ecos del Sticky Fingers de los Stones o el Get it On de T. Rex. El lado
oscuro del anecdotario está protagonizado por el fallecimiento en Paris de Jim
Morrison, en circunstancias nunca esclarecidas, y por el cierre de una de la
salas más señeras en lo que a rock and roll se referiere: El Fillmore East de
San Francisco, con un cartel compartido entre otros por los Allman Brothers,
Mountain, Beach Boys o Country Joe McDonald.
Para los miembros
de The Band 1971 supone un paso más hacia el precipicio, hacia el principio del
fin de una historia musical común que duraba más de una década, desde que en los primeros
sesenta comenzaran su experiencia conjunta al servicio de Ronnie
Hawkins. Los problemas de salud de Richard Manuel, su oposición frente al papel hegemónico de Robbie Robertson en la composición y el éxito mal digerido,
erigían al guitarrista como timonel de un barco con rumbo incierto tras la
publicación de su tercer trabajo de estudio Stage Fright.
Allen Toussaint fue
llamado a escena para poner un poco de su ‘magia’ de Nueva Orleáns en el
siguiente trabajo discográfico de la banda que paradójicamente y quizás con el
fin de acercar lazos entre los miembros del combo canadiense, se titulo Cahoots
–‘Confabulados’-. Hacerse al método de trabajo de Toussaint fue una labor
difícil para Garth, Rick, Richard, Robbie y Levon. Aunque a diferencia de sus
primeros trabajos ningún tema había sido trabajado previamente en conjunto y a
fondo fuera del estudio, los miembros de The Band no estaban familiarizados con
un sistema en el que cada músico ejercía individualmente su papel para construir
una pieza común; como en una orquesta sinfónica en el que cada uno interpreta su
parte para formar el gran acorde.
Además de la aportación
de Toussaint a lo arreglos, que da un aire más diáfano y claro al resultado
final, Cahoots cuenta con dos colaboraciones
de lujo, la del omnipresente Bob Dylan y la de Van Morrison, que devuelven sus
favores a Robbie en forma de dos canciones, la primera versión de When I Paint
My Materpiece –que Dylan incluiría posteriormente en su segunda compilación de
éxitos- y 4% Pantomime, coescrita con Van Morrison, cuya temática la constituye
el debate insustancial entre trovadores acerca de la ‘diferencia
visual’ entre el Johnnie Walker rojo y el negro.
A parte de temas
fundamentales como Life Is A Carnival
o When I Paint My Master Piece, y de
la grandeza de otros como Smoke Signal,
Cahoots brilla fundamentalmente por
los descartes: el primer intento en estudio de la versión del tema de Marvin
Gaye Don’t Do It, que había formado parte de su repertorio habitual en directo
desde 1968 y Bessie Smith, un tema
conmovedor co-escrito por Robertson y Danko y que finalmente sería desechado por
las alusiones que a una chica del mismo nombre se hacian en el tema previo
incluido en The Band, Up On Cripple Creek.
Cahoots marca el
fin de una época floreciente y un punto y a parte en la carrera discográfica de
The Band. Tendrian que pasar cuatro años para volver a disfrutar de un nuevo disco de material propio; pero eso forma parte de otra historia llamada Northern Lights-Southern Cross.
5 comentarios :
Excelente: ésa es la palabra; he estado escuchando cosas y, a decir verdad, no me esperaba tanto talento. Si uno se pone a hacer recuento de todas las bandas que, en teoría deberían haber triunfado, como ésta, nos quedaríamos frustrados. Un abrazo, caballero. Genial, como siempre.
El nivel baja y las composiciones propias corresponden a Robertson, sigue siendo un gran trabajo pero entiendo que carece de cierta frescura que detecto en los primeros, además marca como dices el principio del fin, siempre me gusto mas el NLSC.
Gran trabajo Aurelio.
Un abrazo.
Casualmente el primer disco de la banda que oí. Desde luego me pareció un disco genial. Ya entiendo por qué me creía que el grupo era de New orleans, Allain Toussaint.
Una curiosidad muy del momento fue que al disco le faltaba un tema. Smoke signals. En la carpeta había un tachon donde había de estar el título. Creo pues que el mismo cenos que se cepillo el Sister morphine se cargó este tema. Saint Washington different.
Spain was different.
Pues Cahoots, desde luego, que no es su mejor disco, Alex. Si disfrutaste con este, Big Pink o The Band, por no hablar ya de Rock of Ages -que para mi es expléndido-, te van a encantar si no los escuchaste.
Coincido contigo Addi, aquí baja bastante el nivel; la situación entre sus intengrantes no era la más propicia para la creación de nuevos temas, las composición se hizo sobre la marcha con los bocetos de Robertson, sin trabajar los temas a fondo antes de entrar en el estudio.
Si señor, Luis, en este recurrieron a Allen Toussaint como bote salvavidas. Otra colaboración notable del compositor/productor sureño fue en, el ya mencionado, Rock of Ages y con un resultado sensacional.
Un abrazo para los tres.
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