abril 22, 2015

The Hawks, disco a disco: Cahoots (1971).

Mientras 1971 transcurría en apariencia sin pena ni gloria para los españolitos, embelesados con los acordes de la canción del verano –Help ¡Ayúdame! de Tony Ronald- y mediatizados por la fuga del Lute del penal del Puerto de Santa María; al otro lado del Atlántico sucederían acontecimientos que dejarían su marca indeleble en la historia del rock and roll.

Visto con la perspectiva del tiempo pasado, 1971 resultó ser un año importante en lo referente a realizaciones discográficas, más en su relevancia que en su abundacia: At Filmore East, Pearl, Electric Warrior, Sticky Fingers, Led Zeppelín IV, Who’s Next o L.A. Woman junto a Cahoots  habrian de compartir espacio en la estanterías de novedades de las tiendas de discos; salvo en nuestro país, dónde a duras penas se colaban entre las ondas radiofónicas los ecos del Sticky Fingers de los Stones o el Get it On de T. Rex. El lado oscuro del anecdotario está protagonizado por el fallecimiento en Paris de Jim Morrison, en circunstancias nunca esclarecidas, y por el cierre de una de la salas más señeras en lo que a rock and roll se referiere: El Fillmore East de San Francisco, con un cartel compartido entre otros por los Allman Brothers, Mountain, Beach Boys o Country Joe McDonald.

Para los miembros de The Band 1971 supone un paso más hacia el precipicio, hacia el principio del fin de una historia musical común que duraba más de una década, desde que en los primeros sesenta comenzaran su experiencia conjunta al servicio de Ronnie Hawkins. Los problemas de salud de Richard Manuel, su oposición frente al papel hegemónico de Robbie Robertson en la composición y el éxito mal digerido, erigían al guitarrista como timonel de un barco con rumbo incierto tras la publicación de su tercer trabajo de estudio Stage Fright.

Allen Toussaint fue llamado a escena para poner un poco de su ‘magia’ de Nueva Orleáns en el siguiente trabajo discográfico de la banda que paradójicamente y quizás con el fin de acercar lazos entre los miembros del combo canadiense, se titulo Cahoots –‘Confabulados’-. Hacerse al método de trabajo de Toussaint fue una labor difícil para Garth, Rick, Richard, Robbie y Levon. Aunque a diferencia de sus primeros trabajos ningún tema había sido trabajado previamente en conjunto y a fondo fuera del estudio, los miembros de The Band no estaban familiarizados con un sistema en el que cada músico ejercía individualmente su papel para construir una pieza común; como en una orquesta sinfónica en el que cada uno interpreta su parte para formar el gran acorde.

Además de la aportación de Toussaint a lo arreglos, que da un aire más diáfano y claro al resultado final, Cahoots cuenta con dos colaboraciones de lujo, la del omnipresente Bob Dylan y la de Van Morrison, que devuelven sus favores a Robbie en forma de dos canciones, la primera versión de When I Paint My Materpiece –que Dylan incluiría posteriormente en su segunda compilación de éxitos- y 4% Pantomime, coescrita con Van Morrison, cuya temática la constituye el debate insustancial entre trovadores acerca de la ‘diferencia visual’ entre el Johnnie Walker rojo y el negro.

A parte de temas fundamentales como Life Is A Carnival o When I Paint My Master Piece, y de la grandeza de otros como Smoke Signal, Cahoots brilla fundamentalmente por los descartes: el primer intento en estudio de la versión del tema de Marvin Gaye Don’t Do It, que había formado parte de su repertorio habitual en directo desde 1968 y Bessie Smith, un tema conmovedor co-escrito por Robertson y Danko y que finalmente sería desechado por las alusiones que a una chica del mismo nombre se hacian en el tema previo incluido en The Band, Up On Cripple Creek.

Cahoots marca el fin de una época floreciente y un punto y a parte en la carrera discográfica de The Band. Tendrian que pasar cuatro años para volver a disfrutar de un nuevo disco de material propio; pero eso forma parte de otra historia llamada Northern Lights-Southern Cross.

5 comentarios :

Unknown dijo...

Excelente: ésa es la palabra; he estado escuchando cosas y, a decir verdad, no me esperaba tanto talento. Si uno se pone a hacer recuento de todas las bandas que, en teoría deberían haber triunfado, como ésta, nos quedaríamos frustrados. Un abrazo, caballero. Genial, como siempre.

Jorge García dijo...

El nivel baja y las composiciones propias corresponden a Robertson, sigue siendo un gran trabajo pero entiendo que carece de cierta frescura que detecto en los primeros, además marca como dices el principio del fin, siempre me gusto mas el NLSC.
Gran trabajo Aurelio.
Un abrazo.

Luis dijo...

Casualmente el primer disco de la banda que oí. Desde luego me pareció un disco genial. Ya entiendo por qué me creía que el grupo era de New orleans, Allain Toussaint.
Una curiosidad muy del momento fue que al disco le faltaba un tema. Smoke signals. En la carpeta había un tachon donde había de estar el título. Creo pues que el mismo cenos que se cepillo el Sister morphine se cargó este tema. Saint Washington different.

Luis dijo...

Spain was different.

Aurelio dijo...

Pues Cahoots, desde luego, que no es su mejor disco, Alex. Si disfrutaste con este, Big Pink o The Band, por no hablar ya de Rock of Ages -que para mi es expléndido-, te van a encantar si no los escuchaste.

Coincido contigo Addi, aquí baja bastante el nivel; la situación entre sus intengrantes no era la más propicia para la creación de nuevos temas, las composición se hizo sobre la marcha con los bocetos de Robertson, sin trabajar los temas a fondo antes de entrar en el estudio.

Si señor, Luis, en este recurrieron a Allen Toussaint como bote salvavidas. Otra colaboración notable del compositor/productor sureño fue en, el ya mencionado, Rock of Ages y con un resultado sensacional.

Un abrazo para los tres.

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