El
amor, la capacidad de sentirlo, eso que nos distingue de los restantes animales
que pueblan el planeta, siempre ha sido un sentimiento de recurrente acceso
para autores y músicos en busca de inspiración. En su dicotomía, la vertiente más
utilizada del amor, en la creación y composición, es la dulce; aunque su lado
oscuro, el desamor, ha servido de argumento en multitud de ocasiones para la
creación de grandes piezas, de grandes obras en la historia de la música
contemporánea; temas como Something o
álbumes como Layla And Other Assorted
Love Songs son conocidos ejemplos de ello.
Phases & Stages es decididamente una
de esas piezas musicales, de las que asientan sus bases en la pérdida del amor,
en el desamor; es un álbum de evidente difícil comparación con obras del tipo a
las que anteriormente mencionaba en lo que a repercusión se refiere, seguro que
principalmente por el hándicap para la difusión internacional con el que se
encuentra un género tan específicamente americano como el country; pese a que, también, tanto dentro del género al que pertenece como de la colección de álbumes que forman parte de la cosecha discográfica de Willie Nelson, tiende a ser minusvalorado, aunque
de su escucha se perciba que se trata de un trabajo sincero, sobrio y honesto.
Eclipsado
por los inmediatamente anterior y posterior de su discografía, el
universalmente alabado Shotgun Willie
y Red Headed Stranger, tirando de
sentimientos y sin abandonar su vertiente country
outlaw, Willie Nelson compone en 1972 los once temas que aparecen en este
álbum, utilizando su dolorosa experiencia con el desamor como fuente de
inspiración fundamentalmente para los textos, que en 1974 pasarán a formar
parte de este monográfico, que es Phases
& Stages, sobre la ruptura matrimonial.
Aprovechando
el rebufo exitoso del álbum que le precede en su cuenta discográfica y buscando
el ‘mojo’ especial de los Muscle Shoals, bajo la producción ejecutiva de Jerry
Wexler, Nelson se traslada al número 3614 de la Jackson Highway para bajo los
auspicios, con las facilidades y la estimable colaboración de Barry Beckett,
Roger Hawkins y David Hood en sus respectivas disciplinas, para poner de largo
esta obra conceptual tan estructurada y subdividida en dos
hemisferios, que
coinciden con la visión del dolor que sobre la ruptura tienen esposa y esposo.
El
tema principal Phases & Stages
corre a través de todo el álbum y sirve de narrador, introductor, nexo y trama de
la historia urdida por los temas que lo componen, entre los que brillan con
excelencia la resacosa e intensa Bloody
Mary Morning y la descorazonadora No
Love Around, que disfrutan de la mezcolanza de matices que produce el
tañido de instrumentos puramente tradicionales para el country & western en
el contexto musical y sensorial que suele aportar los Shoals a cada grabación. Un reparto de
lujo de músicos de sesión, aparte de la Rhythm
Section habitual, como Pete Carr,
Fred Carter Jr. y John Hughey, que a las guitarras, dobro y pedal steel
constribuyen a la belleza de este conjunto de canciones de naturaleza intimista,
entre las que destacan además de las mencionadas, la quejumbrosa It’s Not Supposed To Be That Way o las exiguas
y significativamente dolorosas Heaven and
Hell y Pick Up the Tempo.
Un
álbum a redescubrir de entre el legado musical de Willie Nelson, que hará las
delicias de quien ose colocarlo entre sus orejas, independientemente de que sea
aficionado country o rock adicto. Lo bueno es sencillamente bueno,
independientemente de las etiquetas que nos guste ponerle.
Con esta entrada comienzo la serie MUSCLE SHOALS HERITAGE, con el objetivo principal de traer a la actualidad la fantástica colección de álbumes, que forman parte de la herencia musical de los Muscle Shoals y que son parte importante de la historia del rock and roll.
0 comentarios :
Publicar un comentario