noviembre 10, 2014

Tras la pegada de bombo de Cosmo.

Los lunes suelen ser un día difícil para casi todo el mundo. Aunque no debo quejarme demasiado, porque estoy entre los afortunados que tienen un trabajo, sufro mis pequeñas miserias al intentar enfrentar el inicio de mi particular y semanal paseo a través de la jungla. Se me suelen revolver las tripas cuando desde la radio las noticias salpican con una nueva corruptela pero también cuando personalmente –a más corta distancia- compruebo como esto de ‘pensar exclusivamente en uno mismo sin pensar en los demás’ no es algo exclusivo de la clase política.

Creo que de esto de pensar en el provecho propio es algo que está firmemente arraigado en nuestra cultura y que para que un día podamos ver la luz y vivir en una sociedad más justa para todos, muchos cambios han de ser operados tanto en la conciencia individual como en la colectiva. Creo que el proceso llevará tiempo y que habrá trabajar casi desde la cuna, desde la infancia, para intentar cambiar positivamente el sistema de valores en general y este aspecto en particular.

Siempre intento ser lo mas honesto posible conmigo mismo y sobre todo con los demás, intento inducir educativamente a quienes están bajo mi responsabilidad para procurar que en el futuro sientan la justicia como una necesidad, intentado así contribuir con mi pequeño grano de arena a que las cosas puedan cambiar, y me siento fatal cuando veo tanto en la corta como en la larga distancia como los demás hemos de pagar con la irresponsabilidad de algunas personas.

Este es un espacio dedicado a la música, al rock and roll, así que disculparme porque hoy lo utilice como diario personal para expresar en voz alta mi enfado con la injusticia con la que unos pocos suelen tratarnos a los demás.

Hay pocas cosas que me inmunicen contra los malos pensamientos, además del cariño de mis seres queridos, salvo escuchar un buen álbum, disfrutar de un buen concierto, escribir algo en esta bitácora sobre una cosa o sobre la otra, pero sobre todo intentar seguir disciplinadamente la pegada de bombo de Doug Clifford, cuando trato de meterme en el corset de Proud Mary o Have You Ever Seen The Rain.

Un abrazo para Manuel y Diego, compañeros insignes de inquietudes musicales, con quienes cada semana lleno de positividad la mochila, en esa experiencia garagera en la que nos colmamos el corazón intentando construir ritmos y melodías.

2 comentarios :

Gonzalo Aróstegui Lasarte dijo...

Esperemos que su bombo y tus reflexiones nos lleven por el buen camino, Aurelio.

Un abrazo.

Aurelio dijo...

Está dificil y creo que llevará mucho tiempo, lo que se hace evidente cuando personalmente, en el trabajo, en el día a día, sufres no solo por ser objeto directo de la irresponsabilidad de las personas, sino también viendo como la misma afecta a los demás. No quiero profundizar más en el tema, pero si los ciudadanos viesen lo que hay por ahí se echarían las manos a la cabeza...

Un abrazo, Gonzalo.

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