No
se puede decir que los primeros discos de Bob Seger sean fáciles de encontrar a
un precio razonable, y menos aquellos tres en los que el ‘System’ se colocaba
tras el nombre del músico de Michigan, en cuyo caso hacerse con una copia en
estado decente supone una rascada de bolsillo considerable; pues desde que se
cayeron del catálogo de Capitol, hace ya ni se sabe el tiempo, salvo alguna
reedición puntal de poca tirada –la realizada por el sello argentino Lost
Diamond, por ejemplo- el mercado está prácticamente huérfano de copias.
Quizás
hayan sido motivos meramente comerciales los que han invitado al músico norteamericano
a no poner en marcha una nueva tirada; también puede ser que los álbumes de su
época con la Silver Bullet Band sean más apreciados y demandados por los fans o
que, simplemente, los malos recuerdos de momentos de dificultades económicas y
familiares de esa época seminal hayan actuado a modo de leitmotiv, empujándole
a obviar esos años en los que se empezó a escribir una historia musical llena de
gestas; que con excelente sabor ha quedado en la memoria auditiva de algunos
apasionados del rock and roll, como yo.
Llevo
anclado a Mongrel más de treinta años
desde que, más por curiosidad que por pericia, me hice con mi primera copia en
cassette de la que, y tras escucharla, quedé prendado a partes iguales influido por
la fiereza y el feeling melancólico que se denotan en esa voz rasposa y sesgada
llena de matices. Mi primer abordaje fue como destapar una caja de sensaciones
nuevas, en unos tiempos el los que el plato fundamental de mi menú musical
estaba compuesto por riffs potentes, solos infinitos al teclado, guitarra o
batería.
En Mongrel los aromas del rock made in america se inhalan al escuchar
cada nota, cada compas, cada tema, porque las moléculas que integran las ondas sonoras
se constituyen conjugando el blues y el soul armónicamente. La voz de Seger es
recia pero denota un halo de tristeza, las guitarras sucias y distorsionadas –a
cuyos mandos se encuentra tanto en la vertiente rítmica como solista- se
mezclan con el sonido chirriante de los teclados de Don Watson invocando el
rock pantanoso de las tierras del sur; la música de esas tierras que, más adelante
se convertirían en lugar casi habitual de peregrinaje, cada vez que intentaba
juntar unas cuantas canciones para poder conformar un álbum.
En
cuanto a sonido podría pensarse que no
fueron utilizados demasiados recursos de producción por contar con un exiguo
presupuesto que facilitase dotarle de una sonoridad más diáfana y clara, aunque
precisamente es en esa crudeza dónde para mi radica la verdadera entidad de
este álbum.
La
lírica de los temas conduce por distintos derroteros, desde las alusiones a los
referentes musicales describiendo un viaje hipotético sin equipaje al corazón
de Atlanta en Song To Rufus, el
rechazo y la incomprensión en una balada amarga como Evil Edna o la firmeza de convicciones en un alegato a favor de la
libertad de pensamiento en Leaning on My
Dream, cerrando con propiedad con un himno que me acustumbré a escuchar en
las voces de Ike & Tina titulado River Deep Mountain High.
4 comentarios :
DISCAZO, DISCAZO, DISCAZO!!
Tienes razón en afirmar que este disco es bastante difícil de localizar. De hecho, se pagan sumas muy altas para conseguirlo. Yo lo tengo en CD y me costó lo suyo tenerlo. Bob Seger y su manager poco hacen para editar su catalogo como Dios manda. Incluso sus discos no están ni en Spotify para poder escucharlos. En fin, esperemos que editen parte de ese material con la System en un futuro no muy lejano.
Este "Mongrel" es una maravillla: crudo, salvaje y lleno de adrenalina. Uno de mis favoritos de toda su carrera.
Saludos!
Estoy en proceso de conseguir Noah y también de renovar esta cassette y Ramblin' Gamblin' Man, a un precio no muy asequible que digamos; aunque en este caso merece la pena gastar unos eurillos.
Buen fin de semana y gracias por opinar.
Un abrazo.
Cuidado con discos como "Noah", "Back in '72" y "Brand new morning" que no estan editados de forma oficial en CD. Hay ediciones chungas que no te recomendaría. Esos sí, en vinilo los tienes y con precios desorbitados.
Saludos!
Gracias por el apunte, maestro. Pero creo que voy por el camino que indicas.
Un abrazo.
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