octubre 03, 2014

The Wild Feathers (2013).

En el terreno del rock americano, últimamente han surgido unas cuantas bandas con un potencial vocal importante, entre las que, haciendo un poquito de memoria, me vienen así de pronto The Band Of Heatens, U.S. Rails o Fleet Foxes. En su génesis suelen contar con una característica común: están integradas por recortes de otras bandas o por adición de solistas; circunstancia peculiar que creo que también se cumple en The Wild Feathers.

La mezcla musical que más me suele enganchar, en general, es esa en el que el flujo musical está integrado por un poquito de rock guitarrero, con pinceladas de soul teñido de blues, decorado con el gemido de las lap o las pedal steel; algo, que igual que lo anterior, creo que también está presente en la música de estos cinco chicos de Austin.

Después de leer alguna reseña de The Wild Feathers intentando ponerme más a fondo con el contenido y sincronizar con lo escuchado, creo que está bien decir que no hay que pecar de excesivo al hacer comparaciones –Allman Brothers, Lynyrd Skynyrd son palabras mayores- salvo que sean empleadas para dar un nombre genérico a lo que dimana de las notas, pues aunque lo que aquí se puede escuchar pueda estar en las proximidades del southern rock –igual que lo pudieron estar las propuestas iniciales de The Doobie Brothers o The Eagles- no hay que dejar de obviar otros ingredientes, como las bonitas armonías vocales, contra las que por su puesto no cabe reproche alguno.

Sintonizando plenamente con el contenido de este disco, desde la potente obertura de Blackwoods Company hasta el riff pegajoso de I´m Alive o la epopeya melancólica de The Ceiling uno es consciente de estar ante un álbum premeditado, bien elaborado y cocinado, que emana rock con esencia americana por los cuatro costados, al que situaría musicalmente en las proximidades de otras bandas coetáneas –como las mencionadas Band of Heatens o U.S. Rails- y en la dimensión de trabajos clásicos, como, por ejemplo, el  Lady in Waiting de los Outlaws; cuya única pega –por encontrarle alguna- es que de él emana una esencia que difumina un tanto la línea que suele separar el rock del pop, que genera cierta confusión en cualquiera que pudiere considerarse un tanto purista -como servidor-.

Salvo que estés en Madrid y puedas catar esta noche el directo de The Wild Feathers en la Joy Eslava, aquí y ahora puedes degustar el sabor de la música de esta banda norteamericana. Buen fin de semana.




4 comentarios :

Unknown dijo...

Estos tipos suenan bien: tienen un rollito similar a The Gaslight Anthem, lo cual, para mí, es muy buena señal.

Aurelio dijo...

Tendre que escuchar The Gaslight Anthem, Alex; tanto oí y leí sobre ellos y todavía no escuché su música...

Un abrazo.

Jorge García dijo...

En mi opinión uno de los mejores discos del año pasado, nos los hemos perdido por cuestiones kilomentricas, en su día hice una reseña de este disco.
La tuya mundial.
Abrazo

Aurelio dijo...

Tras escuchar el disco, recordé tu entrada Adi. Ya sabes, nunca el año da de si para todo lo que uno desearía escuchar, y siempre termina perdiéndose algo.

Un abrazo.

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