Consumir suculentos platos de rock and roll, de cualquier clase, me hace rejuvenecer, pero para algunas cosas ya voy sintiendo el paso de los años. La muestra más próxima la tuve anoche mismo, mientras veía Quadrophenia, por trigésima vez -al menos-. El espíritu idealista que brilla en la juventud protagonista del film me queda un poquito lejano, tanto como para que en estos momentos esté sufriendo los avatares de la adolescencia desde el punto de vista paterno. Aún así siempre, incluso ahora, he encontrado una conexión especial tanto con la película como con la banda sonora.
En cuanto a la película, más allá de su simbología, siempre me ha parecido un fantástico relato del génesis del rock and roll británico de mediados de los sesenta que narra, a través de una generación de jóvenes procedentes de las clases sociales más modestas de la época en la que bandas como The Small Faces, The Kinks o los propios Who emergian tratando de desplazar a los viejos cánones representados por los clásicos como Little Richard; como la realidad vital desvanece el espíritu utópico de la juventud.

Aunque ya esté de vuelta de muchas cosas, siempre es bueno disfrutar de una película como ésta o de un disco como Quadrophenia, no se si para recuperar inquietudes e ilusiones, pero seguro que si para disfrutar de un buen rato de rock and roll.
2 comentarios :
Cierto, ayer por primera vez noté el paso del tiempo. Tanto en el film como en mi persona. pero verla siempre es un placer y escuchar a un bandón como Who todavía más. Saludos.
Gran película y grandes temazos de The Who. Aunque como tu dices, yo también tengo preferencia por otros de sus álbumes. Pero está genial!
Un saludo! :)
http://rockisnotover.blogspot.com/
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