Recuerdo
que hace unos años escuchar una mención de la palabra country hacía chirriar mis sentidos; su imaginaria semántica me
hacía percibir el aroma a rancio que
se desprende de algo que parece evocar un ente culturalmente trasnochado,
cierto sentimiento de rechazo hacia lo que erróneamente consideraba puramente representativo
del ultranacionalismo americano.
Tan craso es el error como imaginar a los
españoles vestidos de torero y a las españolas de sevillana, aunque estas cosas
suelen ocurrir cuando te dejas vencer por los prejuicios y los estereotipos
decididamente falsos.
En
mi abordaje del género hice un viaje a la inversa, es decir, empecé por las nuevas figuras de country rock o del sonido americana
y la propia inercia me condujo inexorablemente hacia los clásicos, quienes me
han sorprendido con magníficos trabajos, suministradores de infinito deleite. Yesterday’s Wine es uno de ellos, un
disco de interminable sensibilidad capaz de erizar la piel en cada escucha.
Este
álbum fue uno de los primeros discos concepto
de la música country, una variedad demasiado exótica para la época -finales de
los sesenta- para un género como este, que tan buena acogida estaba teniendo
en el universo rock, tras la publicación de álbumes tan representativos como Tommy o Sgt. Peppers. Éste fue el primer intento de Willie Nelson de cerrar
el circulo argumental con una colección de canciones utilizando una temática
que resultaría reiteradamente explorada en el futuro por los músicos del
género: la imperfección que nos conduce
desde la cuna hasta la tumba. Es fácil suponer, en esas condiciones, la
poca repercusión y el fracaso comercial al que se vio abocado el álbum en su
momento; aunque pese a ello Nelson seguiría abundando en las monografías, tan
solo tres años después de la publicación de Yesterday’s
Wine vería la luz Phases & Stages.
Sobre gustos no hay colores pero para
disfrutar del arte en toda su entidad lo mejor es olvidarse de los
condicionantes…
1 comentarios :
Algo pareido me ocurria a mi. Siempre algo de repelus por su caracter tradicional casposo.La mejor muestra era en la pelicula de Robert Altman Nashville donde salia un cantante con toda la imagen del estereotipo (botas, cinturon, sombrero...) cantando un tema que decia que "llevamos 200 anos en esta tierra".
Por contra el Country Rock siempre me mantuvo cercano al country original.
Probare este de W. Nelson que desconozco'
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