Últimamente
la desmotivación se pasea demasiado por la estancia dónde normalmente se
conciben las reseñas, las opiniones, las valoraciones, las reflexiones que
suelen aparecer en ‘historias de rock and roll’. La música es para mi, como lo
será seguro para muchos de vosotros, un bálsamo milagroso con el que salir de
la apatía y aunque, procuro seguir al día las novedades que van viendo la luz,
en estos últimos tiempos tiro fundamentalmente de las referencias que llevan en
mis estanterías durante mogollón de años.
No
pude ni con lo último de My Morning Jacket, no me parece tan fascinante ni novedoso
como leí en algunos medios, ni tampoco con lo de Steve Earle, para lo que no se
me ocurren otros calificativos que cansino
y recurrente; por citar un par, y me estoy dando cuenta de que parece que
me estoy convirtiendo en ese tipo de persona que parece disfrutar con el pan
del día anterior, mientras deja que la barra de hoy se ponga dura en espera de
que el paso del tiempo le de solera.
Dicho
a si, podría parecer que estoy comparando álbumes como Elephant de White
Stripes o Din Of Ecstasy de Chris Whitley con un mendrugo de pan duro, y más
cuando en el arte las fechas de caducidad no existen y menos en trabajos como
estos, pues a día de hoy –más de quince años después de ver la luz, en el
primer caso- su contenido sigue sonando tan fresco e innovador como el día que vieron
la luz. Unas veces me arrepiento de haber estado fuera de servicio musicalmente hablando durante unos años, pues esto
ha contribuido a que me perdiese grandes obras, pero otras me congratulo de
haber permanecido ausente de la actualidad, pues esos trabajos que en su día me
perdí, hoy están llenado el espacio diáfano que genera la actualidad musical.
Se
que para descubrir algo a lo que merezca la pena engancharse, que te empuje a
hablar de ello en voz alta; no hay otro método que el probar y desechar, una cuestión
que sinceramente me repatea, pues me niego a ver al rock and roll como un
producto más de consumo, a darle el mismo trato que las multinacionales del
entretenimiento dan a los últimos trabajos de Mark Knofler y Eric Clapton.
Mientras
tanto seguiré haciendo retrospectiva
musical en espera de encontrar alicientes que impidan que el pan reciente
de hoy endurezca.
2 comentarios :
Lo importante es disfrutar de la música Aurelio, yo soy mas de buscar cosas nuevas sin olvidar mis barras de pan duro, pero esto ya sabes como va, cada cual...A mi los My Morning Jacket ni fú ni fá, pero es que lo anterior tampoco.
Un abrazo.
Lo importante es la música, amigo, sin duda y lo que disfrutas escuchándola... Lo que quería transmitir es que en el panorama actual no encuentro nada nuevo que me motive, aunque haberlo lo habrá... Me fastidia no dar en el clavo y estar tratando los discos como si fueran un frasco de champú, usar y tirar...
Un abrazo.
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