Quizás
en un primer abordaje de English Oceans se pueda sacar en conclusión que poco
tiene que añadir a lo ya dicho por Go-Go
Boots o The Big To Do, pero tras
tomarme mi tiempo, dándole a las melodías el respectivo reposo y retomar
nuevamente la escucha, me encuentro ante la banda de siempre, aquella que ha
sido capaz de concebir grandes obras del rock contemporáneo como Southern Rock Opera o Brigther Than Creation´s Dark.
Quizás
se pueda pensar que mi admiración por la banda de Athens tenga mucho que ver con
mis apreciaciones sobre su duodécimo trabajo de estudio, aunque más bien creo
que eso mismo es lo que hace que me desprenda de rémoras a la hora de escuchar
su nuevo álbum, de quitarme de delante los peros que por público y crítica se
han colocado a esta banda, tras la grabación de los dos álbumes que mencioné más
arriba y tras la desbandada y marcha, primero, de Jason Isbell y, después, de Shonna
Tucker.
Debe
ser también que nunca fui de los que pensó que la formación ideal de la banda era en la que Jason Isbell hacía las
veces de compositor, guitarra y teclista ocasional, además de esposo de Mrs.
Tucker, y que siempre eché (y echo) de menos un retorno a los orígenes, un
regreso a aquella época en la que la mandolina y el banjo tenían su
protagonismo en el tejido musical, en la que las guitarras eran más opacas pero
no menos afiladas, aquellos tiempos en que la banda se movía en territorios fronterizos
entre el rock, el country y el punk, aquellos tiempos de los que es un
magnifico reprentante Pizza Deliverance.
En
English Oceans se nota, tras una pormenorizada y tranquila escucha, el esmero,
la calma, el mimo en el trabajo de composición que han empleado tanto Patterson
Hood como Mike Cooley para la concepción de los trece nuevos temas que lo
componen; seguro que en un intento, también, de hacer ver tanto al propio público
como así mismos, tras el debacle sufrido en Go-Go
y The Big, que son capaces de seguir
emocionando a propios y ajenos componiendo piezas entrañables de rock and roll.
La
incorporación de Matt Patton al bajo, la ausencia de John Neff a las guitarras
y la pedal Steel, ha contribuido a que en English Oceans luzca con un sonido
compacto, menos agitado y con un aroma más rockero y menos vaquero, en el que los teclados de Jay Gonzalez adquieren mayor
significación. Quizás para mi el tema más flojo sea Made Up English Oceans, y los que más me deleiten sean Shit Shots Count, con ese sonido
stoniano típico de las composiciones de Cooley o la balada de bello arpegio Primer Coat y, por su puesto, When He’s Gone en la que reconozco al
Hood de toda la vida, el de composiciones como The Righteous Path o Tornadoes.
Es
evidente que para mi Drive-by Truckers siguen siendo una banda muy a tener en cuenta
dentro del panorama actual, pues han sabido y siguen sabiendo poner sello
propio en el marasmo musical actual, consiguiendo situar en lo mas alto el
estandarte del rock and roll.
Por
el momento solo hay una fecha confirmada para la presentación de English Oceans en territorio patrio, el
30 de Mayo dentro del marco del Primavera Sound Barcelonés, que espero y deseo
se amplié a otras localizaciones con el paso del tiempo.
Para escuchar en stream AQUÍ.
3 comentarios :
Como escribí en mi reseña del disco coincido plenamente contigo. Un álbum fabuloso que creo se ha despojado de artificios y se ha centrado en lo verdaderamente importante. A pesar de los muchos detractores, discazo. Y tío, Cooley está inmenso.
Abrazo.
Pues le daré otra oportunidad, sus primeras escuchas me dejaron bastaante frio como exprese en mi cronica.
Abrazos
Me ocurrió lo mismo a la primera escucha, pero a la segunda vuelta tuve el placer de econtrarme con los Drive-by Truckers de siempre.
Gracias por opinar.
Un abrazo.
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