diciembre 19, 2012

Steamroller.

Es innegable la maestría con la que Phillip Sayce ataca las cuerdas mientras blande su Stratocaster; sus cualidades como músico e interprete son poco cuestionables en lo que a mi respecta, pero si hay alguien que de la escucha de su música albergue alguna duda al respecto no tendría más que echar un vistazo a su curriculum vitae y trayectoria profesional anterior, para comprobar a lado de quienes se ha formado como guitarrista (Robbie Robertson, Steve Ray Vaughan, Mellisa Etheridge, Jeff Healey …).

La escucha de su anterior trabajo, un hibrido publicado por Provogue, a la sazón de un grandes éxitos/live, que lleva por nombre Ruby Electric, me dejó un poco descolocado y reticente a seguir la pista musical y discográfica de Sayce, y he decir que si no hubiese sido porque encontré Steamroller, su último trabajo en estudio, en una liquidación de música por un precio módico, hubiera pasado de largo sin volver a prestarle atención.

Sayce pertenece a una nueva generación de guitarristas (junto a Jason Barwick –The Brew-, Andrew Stockdale –Wolfmother-, entre otros) que se mueven como pez en el agua dentro del territorio del blues-rock, a quienes se adivina, por las maneras de hacer sonar el instrumento, haber realizado el aprendizaje a través del repertorio musical de Jimmy Hendrix, circunstancia que como no, también queda patente en Steamroller.

Aunque el barco parece retomar su rumbo y se adivina un regreso en cierta medida a la frescura original, en el transcurrir de las diez pistas que lo conforman, Steamroller sigue sin desbancar a su debut, Peace Machine,  que para mi continua siendo la pieza angular de su obra discográfica. Echo en falta ese sonido crudo y rotundo del bajo, dirigiendo la melodía y mezclándose con la guitarra solista que tanto me hace disfrutar en su repertorio anterior, aunque en Steamroller se despliegan melodías fantásticas y cautivadoras, como las que dan forma a Holding On, una de las piezas principales del disco, junto a la instrumental AberyStwyth (ciudad que le vio nacer) y potentes guitarras edulcoradas con múltiples artificios sonoros, fruto del wah wah, la distorsión y el cry babe, de lo que son ejemplo evidente Black Train y Stung by Woman.

Steamroller no sorprende pero cautiva, sobre todo si entre tus platos de gusto está el blues rock bien aderezado.

0 comentarios :

Quizás también te interese...

 

historias de rock & roll © 2010

Blogger Templates by Splashy Templates