Physch-Out! (2014).

Esta mañana nada más pinchar este álbum he sufrido una especie de Déjà-vu instantáneo que me ha transportado al momento en que por primera vez sentí rozar el vinilo con la aguja del plato giradiscos escuchando You’re Gonna Miss Me de los 13th Floor Elevators. A la vez que sorpresivo, ha sido satisfactorio volver a saborear esas esencias, en las que el surf rock se mezcla con las armonías típicas del beat británico de primeros de los sesenta.

En aquellos tiempos, la acepción Psicodelia tenía unas connotaciones sonoras intrínsecamente distintas a las que posteriormente, entre finales de los sesenta y principios de los setenta, adquiriría;  cuando ese género acogió en su seno el sonido de un grupo de bandas a las que le gustaba vagar y regodearse en una atmósfera musical semi-alucinógena. En esos años, en los que algunos vinos nuestras primeras luces y en los que álbumes como 13 Floor Elevators hicieron tambalear las listas de éxitos, ocurrió el génesis de un sonido que se ha perpetuado hasta la actualidad. Y es en estos momentos, en los primigenios de la psicodelia, dónde se recrean precisamente The Roaring 420s.

Estos nos son los únicos alicientes con los que te encuentras al afrontar Physch-Out, pues la diferencia sustancial que posee la música de The Roaring 420s con la de las bandas de mediados de los setenta, son las referencias. El cuarteto alemán liderado por Florian Hohmann, cuenta con la rémora de moverse en un universo dónde parece que todo fue inventado en un pasado próximo, pero a la vez cuenta también con las ventajas que proporciona el hecho de que hayan transcurrido más de sesenta años desde el nacimiento del rock and roll.

Así entre las fibras que forman parte del tejido sonoro con el que están construidos los temas contenidos en Physch-Out, encontramos tanto los elemento primigenios –el surf rock y el beat británico-, amalgamados con las melodías, con las armonías del rock neoyorkino de vaguardia de primeros de los setenta. Está omnipresente el eco de la música de los Beach Boys aderezado con los matices armónicos de Lou Reed, Sterling Morrison y compañía, en una atmósfera musical conseguida con acordes de sitar, melodías de hammond y guitarras eléctricas naturales.

Laisse Tomber Les Filles o Another Chance To Blow recrean fantásticamente el rock psicodélico de mediados de los sesenta, mientras cortes como Hey Hey Rider evidencian el nexo de unión en el sonido de los Roaring con el de los Velvet Undeground de Femme Fatale y otros como Blue Jay lo enlazan con el surf rock americano de primeros-mediados de los sesenta.

En fin, una propuesta musical interesantísima y altamente disfrutable, de la que forman parte además de Florian Hohmann (voces, guitarra, hammond, sitar y piano) Martin Zerrenner (bajo y coros), Timo Eilert (guitarra) y Lulú (percusión y coros).