julio 17, 2014

A Letter Home (2014).

A nadie le ha de extrañar a estas alturas que un músico como Neil Young pueda permitirse determinadas licencias a la hora de grabar un nuevo álbum. De hecho no será esta la primera, ni seguro que la última vez que lo haga; personalmente creo que si lo hace es porque tiene pleno derecho a ello, no únicamente porque yo pueda pensar que, como creador de un ente artístico que es, deba evitar limitaciones; sino porque la solidez de su carrera musical –que casi alcanza al medio siglo- le faculta y legitima para hacer lo que guste, y nos obliga al resto de los mortales a respetarlo.

Pero que se tenga que respetar no quiere decir que tengamos que comulgar con ruedas de molino, convirtiendo automáticamente en objeto de culto todo lo que salga de sus manos; pues cada cual es lo suficientemente capaz de valorar lo que le gusta, le disgusta o realmente le horroriza. En cuanto a sensaciones con A Letter Home, creo que yo estoy en un término medio-bajo.

No es poco frecuente en la historia del rock and roll encontrarse ante un álbum de versiones de temas de otros autores, sin que ello indique decadencia o mediocridad en el artista que lo presenta –como ejemplo reciente recuerdo el álbum de los Hard Working Americans con el que tanto estoy disfrutando- y de hecho particularmente en A Letter Home percibo totalmente lo contrario; un disco de versiones por Neil Young: ¡bien!, y para llegar a esta conclusión no hay más que escuchar como suenan en su guitarra, en su armónica y en su voz Changes o My Hometown; hace que te rindas ante la evidencia de estar escuchando a un gran músico haciendo grandes versiones.

Ahora viene lo negativo, lo que hace bajar el listón en cuanto a sensaciones. Después de darle varias vueltas siento que, como dije, estoy ante un repertorio de grandes temas, mientras por los parlantes van pasando Needle Of Death, Early Morning Rain o Crazy, que no me hacen sentirme tan hilarante como parece estarlo el tío Neil mientras explica a su mamá, en el tema homónimo, que está en el estudio con el tío Jack grabando unas cuantas canciones. Estoy a medio gas, porque creo que el tema de la producción deja mucho que desear, aún intentando entender que se trate de un álbum meramente testimonial preparado para la celebración del Record Store Day; pues ello me lleva a pensar que se está infravalorando a los fans, si se pensó cuando se gestó la idea de publicarlo que duraría menos en las estanterías que un caramelo a la puerta de un colegio.

Particularmente, como dije, me encanta la idea de un álbum de versiones, pero eso si, en un estudio de grabación con las facilidades ordinarias que nos permita degustar la música como merece, en toda su intensidad.

Mientras tanto me iré conformando con la escucha en streaming, esperando a que un día alguien, incluido el tío Neil, decida hacer una reedición de A Letter Home que incluya tanto lo que fue, como lo que debería haber sido.

6 comentarios :

Gonzalo dijo...

Pues muy de acuerdo contigo. Este disco estaría muy bien si la idea fuera un regalo para su madre o algo así, o si por lo que fuera no pudiera haberlo grabado mejor, que no es el caso. Pero bueno, seguro que lo próximo que saque merecerá tanto la pena como Le Noise o Psychedelic Pill.
Saludos.

Gonzalo Aróstegui Lasarte dijo...

Personalmente me da mucha pereza, y tus palabras no ayudan a disiparla. Pero, claro, una obra como la de Young es tan esencial que poco importa que grabe un disco regular o flojo.

Un abrazo, Aurelio.

Jorge García dijo...

A veces nox cuesta enfrentarnos ante ciertos tropiezos de los que, como es el caso de Neil, tanto hemos admirado y admiramos, pero estoy de acuerdo contigo, el disco termina aportando muy poco y la escucha no es cómoda...pero es Neil.
Abrazo.

Aurelio dijo...

Esperemos que lo próximo que salga de la factoría Shakey nos quite los sinsabores, y que lo la 'chingen' en producción, el que indudabilisimamente es el punto débil de este álbum.

Gracias por opinar.

Un abrazo para los tres.

ROCKLAND dijo...

A mi me ha dejado frío, frío. De hehco, no lo he vuelto a escuchar desde hace un par de semanas. Mala señal. Incluso sus últimas obras no me han llenado como lo han hecho a otros. En fín, será cosa mía...

Saludos.

Aurelio dijo...

Creo que no eres al único al que dejó frío Rockland. A mi me ha gustado la selección de la canciones, algunas cojonudas, como el My Hometown de Springsteen, pero creo que a muchos nos hubiese encantado escucharlas en un contesto totalmente distinto... Es lo que hay... el tío Neil es el tío Neil...

Esperemos que tras de esta nos guarde una sorpresa más grata.

Un abrazo.

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