julio 26, 2014

Jive (2014).

Si tuviese que sintetizar en una sola palabra a lo que sabe la música de Swamp Cabbage, no podría utilizar otra palabra para hacerlo que ‘Vintage’, pues tanto el sonido como la propia estética de la que esta se rodea, transmiten la sensación de estar ante un producto final con un aroma un tanto ‘rancio’. Alejado estoy de querer atribuir ningún tipo de connotación negativa al sonido de esta banda, originaria de la tierra que vio nacer otras como Lynyrd Skynyrd; pues creo firmemente que la sustancia ‘retro’ que se percibe no es resultado del azar, sino de la forma personal con la que Walter Parks mezcla determinados elementos tradicionales para la creación de nuevas composiciones.

Ante todo lo que se persigue es construir una esencia propia, un sonido peculiar que haga salir a los temas del catálogo de sensaciones que puedan sugerir las etiquetas con las que encasillar la música y ciertamente se consigue; aunque hay que decir que este rock and roll despide aromas de swamp por los cuatro costados.

Guitarras y bajos Guild, técnica de finger picking aprendida de los banjistas de las tierras de Nashville, a las que Parks emigró en busca de la esencia mágica; las referencias a las Jugs Bands de la profunda Dixieland, las alusiones al jazz y al ragtime son las señas de identidad que dan la connotación melódica y rítmica a la música de Swamp Cabbage; que se siguen prolongado y percibiendo abultadamente en su tercera propuesta original en estudio, descontando evidentemente su anterior trabajo -el mini-álbum de versiones Drum Roll Please-, titulada Jive; cuya concepción ha llevado casi un lustro, y que ha sido gestado entre gira y gira, olvidado ya por el músico de Georgia su alter-ego guitarrístico como gregario en la banda de Richie Havens.

Aunque no se prodiguen tanto por estas tierras como puedan hacerlo otras bandas norteamericanas, lo que es evidente es que hemos dejado marca de nuestro modo de vida y de nuestra forma de disfrutar la noche tanto en Walter Parks como en Swamp Cabbage y,  para evidenciarlo no hay más que escuchar la rockera Bilbao Spain. Aunque el número de temas con música y voz predominan sobre los instrumentales en Jive, destacan entre esta variedad la deliciosa Wind Un Money y Sugarhouse, un riff melódico de acento pantanoso. Butta alude al swamp blues de los pantanos tanto como la iconoclástica Beeksbaparoob; mientras Just For Just Little While como White Gold se acercan frontalmente a la esencia del rock sureño primigenio.

Un road-album construido sin duda con los retales de las emociones que proporciona el constante girar de ciudad en ciudad para cada noche subirse a un escenario distinto ante un publico, algunas ocasiones más abundante que otras, dispuesto a disfrutar de un buen rato de rock and roll, y que supone una propuesta musical original e interesante, intensamente impregnada con los aromas de la vieja Dixie.

2 comentarios :

ROCKLAND dijo...

Ni idea de estos chicos. Quedan anotados, for sure!

Por cierto, a raiz de mi entrada sobre Deep Purple. Te dejo este pedazo de bolo y no te pierdas por nada los últimos minutos con Blackmore haciendo de las suyas:

https://www.youtube.com/watch?v=KJ-CMPqvzQU


Saludos.

Aurelio dijo...

Gracias por el aporte, Rockland.

Un abrazo.

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