No
es necesario rebuscar demasiado en el cajón del tiempo ni remontarse demasiados
años atrás para encontrar clásicos atemporales, piezas maestras de perfecto
cuño recubiertas de cierto halo innovador, aunque en su manufactura se hubiese
tirado del viejo ovillo del rock and roll y, en cierto grado, se hubiesen revisitado
los viejos conceptos.
En
esta categoría de clásicos nunca añejados por el paso del tiempo, ocupa una posición
destacada la que para mi es la obra fundamental, hasta la fecha, en la discografía
de Gov`t Mule: Life Before Insanity.
Después de pasar media vida escuchando los álbumes clásicos de los Allman
Brothers (Allman Brothers, Ildewil South, At Fillmore East…) destapar la
botella y degustar la esencia de Life
Before Insanity fue para mi como descorchar una botella de un caldo rico en
aromas y matices.
Eran
aquellos años en los que entre nuestros semejantes contábamos con la
inestimable presencia de Allen Woody, cuyo trabajo se deja notar
inequívocamente desde el subwoofer de los parlantes, proporcionando esa
pulsación inimitable al conglomerado rítmico a la banda; que en es preciso
instante tenía la forma tradicional de power trio, esa que tan buen resultado
ha dado en numerosas ocasiones en el mundo del rock and roll, aunque se dejasen
notar en este álbum, las imprescindibles colaboraciones de Hook Herrera, Ben
Harper o el propio productor, Michael Barbiero.
Warren
Haynes y Matt Abts irradian inspiración en cada nota, en cada pulsación de
bombo, en cada texto, en cada frase de guitarra, en cada susurro del slide, mientras
dejan enfriar el bolígrafo sobrecalentado de Haynes tras concebir para la
ocasión un conglomerado de piezas inmortales e imprescindibles en cualquiera
asalto en directo del repertorio Gov’t Mule al que se prestaran o presten.
Entrañable,
triste, plenamente inspiradora de confort y sosiego se deja sentir Tastes Like Wine; potente, sobrecogedora
e hilarante Bad Little Doogie;
acogedora e imnotizante, cual llamativa obertura, Wandering Child; amable y conmovedora Fallen Down; directa y exultante I Think You know What I Mean; convirtiéndose todas ellas junto a las
restantes, incluso la ‘oculta’ toma
prestada de la herencia yacente de Robert Johnson If I Had My Posession Over Judgement Day; en imprescindibles para
el amante del buen rock and roll y de la música de la banda sureña en
particular.
Life Before Insanity amplia el concepto
y añade nuevos matices a la acepción southern rock, aglutinando material de primera
calidad cuya sonoridad puede haber quedado en alguna forma enriquecida por el
susurro próximo y mágico del río Tennessee en su fluir por ese pequeño
fragmento de tierra en Alabama, que son los Muscle Shoals; pero si es una obra
fundamental del rock and roll actual lo es sin duda gracias a la acción de la
mano del hombre, y fundamentalmente a la acción de las manos respectivas de Warren
Haynes, Allen Woody y Matt Abts.
Definitivamente
irrepetible.
2 comentarios :
Yo le sigo teniendo mucho aprecio a todo lo que hacen Gov't Mule, a pesar de que no me gusta mucho cuando se ponen en plan reggae y que algunos de sus últimos discos me parecen algo irregulares y con exceso de minutaje, pero sus tres primeros discos en estudio, uff, en esa época había que echarles de comer aparte.
Saludos.
He de decir que desde High & Mighty les perdí un poco la pista discográficamente hablando, y han ido perdiendo gradualmente interés para mi, en lo que a novedades discográficas se refiere, aunque espero poder verles en el próximo festival de Blues de Bejar.
Gracias por opinar.
Un abrazo.
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