octubre 23, 2013

46 o 74?

Son tantas entradas las que se van amontonando en el escritorio de éste blog que, muchas veces, me cuesta trabajo revisarlas todas, para saber si conté en alguna de ellas algo sobre un tema en concreto. De todos modos y como quiera que, después de estar escuchando estos días el último trabajo de una banda muy en boga, hoy me planteaba una cuestión, que me gustaría trasladar a los demás; aunque para ello me repita contando batallitas de viejo rockero.

Recuerdo gratamente los tiempos en que empecé a coleccionar música. En aquellos días, para seguir engrosando la lista de títulos, lo habitual era recurrir a la colección discográfica del hermano de un amigo o a la de un primo de un compañero de instituto. Después de conseguir hacer ‘presa’ del LP tantas veces ansiado, la urgencia era conocer la duración total para saber si la grabación encajaba en una casette de 46, 74 o 90 minutos, para inmediatamente pasar a grabar la cara de mayor duración y posteriormente proceder a ‘estirpar’ el fragmento de cinta magnética sobrante, con el objeto de conseguir ajustarse lo máximo posible a lo que sería la grabación original en el mismo soporte. Seguro que estas frikadas harán dibujar una sonrisa o lanzar una carcajada en más de un rostro (lo cual siempre es bueno), pero es lo que tiene ser un ‘sibarita’ musical.

Dejando chorradas a parte y yendo al quiz de la cuestión, después de adivinar lo difícil que debe ser crear un pedazo de belleza de la ‘nada’, al observar cuanto me cuesta intentar repetir miméticamente, a los mandos de un instrumento musical, cualquier riff de rock, frase de blues o ritmo funk que un día otros escribieron; lo complicado que ha de ser para el músico llenar el minutaje de un soporte digital al uso como el CD- exigencia impuesta en cierta forma al ser el soporte más utilizado- de material totalmente nuevo.

Volviendo al pasado y a los clásicos, la larga duración era algo excepcional reservado para álbumes en directo o recopilatorios, y salvo casos rarísimos, lo convencional eran los 9 o 10 temas por álbum y entre los 33 y 46 minutos aproximadamente; mientras que hoy lo raro es ver un disco que dure esto, pues lo más habitual es encontrarte en cualquier álbum de nuevo cuño una docena de temas y una duración superior, la mayor parte de las veces, a los 60 minutos.

Es una exigencia de la técnica, a la que hace tiempo se han tenido que adaptar las nuevas generaciones de músicos que, además de intentar crear algo nuevo distinto al catálogo tan amplio de sonidos que los tiempos y los clásicos han ido dejando a su paso; cuestiono si ha contribuido o contribuye positiva o negativamente en la calidad de la obra musical. Aunque este claro que lo que es bueno lo es de por si, sin medir la duración –y si lo es cuanto más dure mejor ¿no?-, nos estamos acostumbrando tanto a ver álbumes cuya duración supera los 60 minutos que, cuando encontramos uno de menor duración, quedamos defraudados en cierta forma, minusvalorando el esfuerzo artístico que supone hacer un ejercicio creativo tan importante.

Aunque no dejen de ser cuestiones sin importancia, hoy pensaba que si aquello que tanto nos cautivó en el pasado, fue tanto por su calidad como por su concisión. Si los dictados del pasado hubiesen sido los que son hoy en día, seguro que hoy estaríamos disfrutando de discografías exiguas; nos encontraríamos seguramente con que la discografía del Zepelín de Plomo solo llegó hasta el mítico III o que la última obra en estudio de la Púrpura Profunda termina en Machine Head… Por hacer suposiciones que no quede.

8 comentarios :

Jorge García dijo...

Gran entrada, emotiva y bonita e interesante reflexión, ¿no me has hecho pensar con lo temprano que es?
Saludos.

Aurelio dijo...

Me alegro de que te haya gustado la reflexión... Gracias.

Un abrazo.

KARLAM dijo...

Qué bueno y que cierto lo de las k7, jeje! le cuentas eso a un crio de hoy en dia y te mira como si fueses un extraterrestre. Sobre la duración, no me suelo fijar tanto y antepongo la calidad a la cantidad antes de juzgar. Pero claro, para eso hay que escucharlos antes y algunos requieren paciencia, algo escasea, por desgracia, en el cotidiano consumo musical.

Saludos!

Aurelio dijo...

Completamente de acuerdo, muchas veces más que la paciencia escasea el tiempo y se amontonan las grabaciones pendientes de escuchar. Creo que debería moderarme muchas veces y tomarme las cosas con más tranquilidad, pues muchas veces no saco el jugo que debería de los álbumes, lo que me lleva a archivar prematuramente algunos de ellos sin darles otra oportunidad... En fin, como dije antes cosas del 'sibarita' musical.

Un abrazo.

Poli dijo...

"EP" le ponen ahora a un disco de 40 minutos... Yo igual soy de la época del cd. Apenas llegué a copiar cintas por curiosidad electrónica.
Igual, la última banda nueva que me sorprendió es una con discos "cortos" y tengo que coincidir.
Aguante el púrpura profundo

Aurelio dijo...

Que pena que te lo perdieras... Aunque no estuviesemos en una década importante musicalmente hablando, la escasez concedía aún más emoción al escuchar un nuevo disco.

Un saludo.

Scott St. James dijo...

Bueno, no es ninguna tontería lo que dices... Paul Weller dijo hace poco en una entrevista para un programa de BBC Radio que probablemente los Jam no hubieran hecho carrera hoy en día... imagínate, si los Jam no lo hubieran conseguido lo que nos hubieramos perdido, no solo de la banda sino de la excelsa carrera en solitario de Paul.
Y si, el tema de las cassettes me ha hecho dibujar una sonrisa... llegué a hacer "transplantes" de parte de una colección de musica de la biblio del insti, es decir, hacia una copia en una C60, recortaba la cinta sobrante, y luego ponia la cinta original en la carcasa de la C60 y el bufo en la carcasa original, y la devolvía a la estanteria... la verdad no tenia muchos motivos para hacerlo pero la adolescencia ya se sabe...
Por cierto, los CD´s tiene una duración de aproximadamente 80 minutos debido a que la pieza favorita del ingeniero que lo inventó es la novena sinfonía de Beethoven, la pieza favorita del susodicho, y la quería disfrutar del tirón...
Cheers"

Aurelio dijo...

No se bien la procedencia de las cassetes con las que hicistes trasplantes, pero como fuesen de alguno que ande por ahí leyendo, tiene que estar echando fuego por los ojos en estos instantes...

Un abrazo.



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