Cambiando de registro, lo cual es bueno de vez en cuando, esta semana pasada
he estado revisitando el St. Peppers
Lonely Hearts Club Band de los Beatles, impulsado un poco por los anuncios
promocionales de un diario de tirada nacional, para compilar otra vez más –por
si quedaba todavía algún despistado- la colección remasterizada de los de
Liverpool (antología que no encierra ninguna novedad distinta a la
remasterización que todos conocemos realizada en 2009 para seguir ordeñando la
‘vaca de oro’); que dicho de paso incluye, aunque no sea una de mis favoritas
de entre las demás de la banda, una bonita colección de canciones entre las que
se encuentran, como bien sabéis, With a
Little Help From My Friends o A Day
In The Life.
Cada vez que recupero este disco, no se cual es el resorte que me lleva a recuperar su antagonista musical, We’re Only In It For The Money, de los Mothers of Invention. Bueno, creo que si se cual es el resorte y me apetece contarlo.
Cada vez que recupero este disco, no se cual es el resorte que me lleva a recuperar su antagonista musical, We’re Only In It For The Money, de los Mothers of Invention. Bueno, creo que si se cual es el resorte y me apetece contarlo.
Los parecidos
visuales son evidentes (más bien buscados por el segundo) como bien conoceréis o
podréis apreciar en los montajes que he colocado en la entrada, pero cada uno
de los álbumes por si mismo tiene su atractivo particular, pese a la diferencia
de conceptos. Aunque los problemas legales entre ediciones fueron menores en su
momento, pese al echo de encontrarnos ante una pseudo réplica cargada de ironía
del amigo Carl Schenkel (catalizador gráfico del concepto musical de Frank
Zappa dónde los haya), ya que la solución consistió en algo tan simple como
colocar la cubierta de Only Money en
el interior del álbum; las ampollas levantadas hubieron de ser bastante
dolorosas para los de Liverpool, al verse reflejados en sus respectivos alter egos vestidos de ‘madre’ casposa americana.
Con nada importante
que yo pueda objetar a cualquiera de los dos trabajos y con los elogios que ya
he vertido sobre el primero, teniendo en cuenta su estatus respectivo de clásicos
del rock and roll, para mi, como antes dije, el uno es complemento necesario
del otro, pues Only Money es la
píldora que necesito para sacarme de la embriaguez en la que parece sumergirme el
halo divino del que está revertido el Sargento
Pimienta, esa pureza espiritual vestida de colores que presagia la llegada
del Verano de las Flores.
Aunque algún
interludio entre temas del álbum de los Beatles sea parodiado sarcásticamente
(en concreto los espacios entre los primeros temas y el final de A Day In The Life) por los Mothers siguiendo un cierto grado de
literalidad, el concepto de Only Money
es mucho más amplio, es más que un sátira histriónica, es una bofetada de
realidad del amigo Zappa para
intentar despertarnos del sueño lisérgico al que pueda habernos inducido el Sargento Pimienta. Derribando mitos, Only Money, desnuda la naturaleza del
incipiente (en ese momento) estallido flower power, para despojar de florituras
ante el ojo humano su verdadera naturaleza, evidenciando la irrealidad e insostenibilidad de
los pilares del amor fraterno que sustentaron el fenómeno hippie.
De sobra soy
consciente de que Frank Zappa, tanto
con los Mothers of Invention como sin
ellos, no es un músico al que habitualmente recurra el aficionado musical, ni
que el We’re Only In It for The Money
sea una obra fácilmente accesible, musicalmente hablando, pero es un pedazo de
realidad que, creo, complementa perfectamente la ilusoriedad del St. Peppers
Lonely Hearts Club Band.
Aunque para buen juicio individual, ante el festival de palabras anterior, la mejor opción siempre es escuchar y decidir.
Aunque para buen juicio individual, ante el festival de palabras anterior, la mejor opción siempre es escuchar y decidir.
Are you hung up?
¿Idealismo y flower power? ¿Dadaismo y realidad? Que cada cual se quede con la
cuestión que más le guste.
2 comentarios :
Muy buena comparación, Aurelio. Solo Zappa y sus Mothers podían haber hecho una parodia tan mordaz. "Freak Out!" (álbum que cuando conocí hace unos quince años no pude dejar de escuchar) ya había abierto ese camino y no lo abandonaría el genial bigotudo.
Un abrazo.
Aunque reconozco que la mezcla de estilos en la música de Zappa (jazz, blues, rock, doo-woop, clasica...) no es siempre fácil de digerir, tiene un contrapunto, más veces en las letras que en la música, que nos acerca a la cruda realidad. Es fantástico desmarañando falsos mitos y haciendo caer a dioses de los altares. En fin me alegra que te haya gustado.
Un abrazo y buen fin de semana.
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