Cual
estrella rutilante, Drive-by Truckers, han dejado un aura brillante en el
universo del rock and roll más actual, con un toque único y distintivo. Aunque sus
señas de identidad, asentadas en la tradición familiar y musical del sur, se
mantengan intactas a lo largo de su bagaje musical, ha quedado ciertamente
difuminada la esencia de su música en sus dos últimas aventuras musicales, ‘The
Big To Do’ y ‘Go Go Boots’.
Quizás
el reconocimiento a nivel de crítica y público, a partir de la publicación del
fantástico ‘The Dirty South’, fuere el causante del disparo de los egos
internos en la banda (como suele ocurrir en el mundo del rock and roll) y de la
desmembración ya conocida, con el abandono, primero, de Jason Isbell y,
después, de Shonna Tucker, que la han
sumido en un impasse creativo y, posterior, letargo musical, que está sirviendo para la
publicación y promoción internacional de los nuevos álbumes de Patterson Hood y Jay González; para nada
apunta a que este estado de cosas sea el 'Secreto para un Final Feliz’.
‘The
Secret to a Happy Ending’ es un interesante documental, dirigido por Barr
Weisman, en el que se que Patterson Hood, Mike Cooley, Brad
Morgan y Shonna Tucker narran en primera persona sus experiencias personales y musicales, en el periodo de mayor proyección,
nacional e internacional, de la banda; esos tres años que comprenden la
publicación de Decoration Day y
Brighther Than Creation’s Day (2005-2008), describiendo su evolución musicial y personal influenciada por encuentros, desencuentros, vicisitudes y rupturas, tanto personales como musicales.
Pero
‘The Secret to a Happy Ending’ no queda solo en un documento gráfico que se circunscribe exclusivamente al aspecto autobiográfico, en el que se podría hablar de tradición musical familiar, del legado de los clásicos que, en su día, frecuentaron los Muscle Shoals o de la ‘dualidad’ del
sentir sureño; si no que va más allá, ampliando las miras de quienes disfrutamos habitualmente de álbumes como Decoration Day o Southern Rock Opera, al poner de manifiesto cómo ha
influido la naturaleza rural de los personajes que participan en esta historia común en la proyección musicial de la banda.
Buen documento gráfico, de unos noventa minutos de duración, salpimentado sonoramente con temas como One Of These Days, The Living Bubba, Buldozers and Dirt, Uncle Frank o Let There Be Rock, cuyo título, esperemos, sea en algo premonitorio de tiempos mejores, que hagan despertar al ave fénix
de sus cenizas y nos haga olvidar que cualquier tiempo pasado fue mejor.
2 comentarios :
Puede ser interesante aunque reconozco que sus útlimos trabajos me han dejado frío, frío.
Curiosamente, los discos de Jason Isbell me gustan mucho más. En fín, cosas mías!!
Saludos.
Seguro que para muchos el periodo de Jason Isbell es el más atractivo de ésta banda y no dudo que lo sea, aunque para mi álbumes como Pizza Deliverance, Gainstabilly o, por supuesto, Southern Rock Opera, son los que contienen la esencia de esta banda. Como ves, para gustos no hay colores.
Un abrazo.
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