noviembre 18, 2015

The Delta Saints. Porta Caeli. Noviembre 2015.

Debe de ser que el estar curtido en mil y un bolos –como espectador, claro está- hace despertar una fibra sensible que permanecía dormida con la fascinación de los primeros conciertos y que te hace ser más analítico a la hora de valorar lo que hace un rato ha ocurrido ante tus ojos y tus oídos. Hay muchas cuestiones que influyen en que disfrutes o no de un evento, como que el material que se dispense no sea con el que estés comúnmente familiarizado o que se denote cansancio o falta de entrega en la banda en cuestión… Desde luego que ninguna de estas circunstancias se dieron ayer en la Sala Porta Caeli, pues el material era bien conocido por todos y The Delta Saints dieron muestras de su entrega desde el minuto uno.

Pese a ello, hubo un que-se-yo que no colaboró con que mis expectativas quedaran plenamente colmadas. Quizás pueda ser que perciba algún tipo de transición en la dirección musical de la banda de Nashville; pues, tanto en su último álbum Bones –que por cierto ayer presentaban en Valladolid- como en lo escuchado en el propio concierto, se intuye una mudanza estilística hacia los territorios del jam rock más efectista, habiendo perdido protagonismo instrumentos como la harmónica en favor de los teclados, haciendo desvanecerse la intensidad y la energía blusera característica de la banda para dar paso a los medios tiempos, cada vez más abundantes.

El material fue servido en dos partes: la primera, integrada por 6 o 7 temas de 2 o tres minutos de duración, a lo sumo, y la segunda, por otros tantos bastantes más extendidos, entre los que se pudieron escuchar los que forman parte del material de su último álbum Bones junto a algunos de sus clásicos bien conocidos como Pray On,  The Devil’s Creek, Death Letter Jubelee o A Bird Called Angola, ya en los bises, y que fueron los artífices reales de subir el octanaje y de poner calor en el ambiente, animando a participar al público más rockero y, a priori, menos entregado.

En definitiva, un concierto disfrutable, en el que el sonido de la propia sala volvió a ser la pesadilla de mis oídos.



2 comentarios :

Jorge García dijo...

Este Bones no termina de convencerme, finalmente he dejado pasar el concierto en favor de otros como The Sheepdogs (mañana) o Barrence Whitfield.
Entiendo perfectamente lo que quieres decir.
Un abrazo.

Aurelio dijo...

A mi tampoco me llena Bones... Creo, y no tengo nada en contra de ello, que han rebajado el nivel blusero en los temas, dándole preferencia a los medios tiempos y dirigiendo su música a un público más femenino... Como digo, no tengo nada en contra de ello, opciones hay muchas y esta es tan válida como cualquiera, pero hacía tiempo que no veía en un concierto de rock tirar besitos a la banda o dibujar corazones en el aire...

Espero que hayas disfrutado de los bolos que comentas, pues de este creo que no hubieses disfrutado demasiado...

Gracias por opinar y por estar ahí, amigo...
Un abrazo.

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