Tal
día como hoy, hace nada menos que la friolera de 50 años que 12x5, el segundo álbum de estudio de Sus Satánicas Majestades fue publicado
en los Estados Unidos de América. Precedido por el lanzamiento en el Reino
Unido del Ep titulado 5x5 -Five by Five-,
fruto de las sesiones de grabación realizadas en junio de ese año en los
estudios Chess de Chicago, Decca apostó por el formato de doce temas –de ahí su
título-, mucho más popular en el mercado americano.
5x5 contenía versiones de blues, rock y
soul de artistas como Chuck Berry, Walter Brown o Wilson Picket junto a dos
aportaciones compuestas al alimón por la banda al completo, bajo el seudónimo archiconocido
de Nanker Phelge: Empty Heart y 2120 South Michigan Avenue; a las que se
decidieron sumar otros siete temas –para completar el formato Lp- entre los que
figuraban los primeros debuts del tándem compositivo Jagger/Richards.
Hay
que reconocer el trabajo que Andrew Loog Oldham, héroe y villano a partes
iguales, hizo en favor del rock and roll; ejerciendo como mecenas de estos cinco
chicos de Londres cuyo futuro estaba todavía in albis, rescatándolos del Crawdaddy Club de Richmond para disfrute
eterno de los mortales; aunque con el mismo hilo tejiese una tela enmarañada,
en la que las triquiñuelas legales procuraban con usura un futuro mejor para si
mismo a costa de la capacidad creativa de los demás. Pero dejando a parte la
capacidad de visión de Oldham, su mezquindad y valorando positivamente su
empeño –aunque este contuviese un negocio falaz- de poner de moda a los Stones
en las emisoras de los States; hay que poner énfasis en la importancia que 12X5 ha tenido en estos 50 años que, en
un plis plas, han pasado.
Aunque
escuchar decir que los primeros álbumes de los Stones no son ningún reducto de
originalidad sea perfectamente admisible, creo que el tema de la composición
debe relegarse a un segundo plano a sabiendas que, utilizando como materia
prima esos fragmentos de blues y rock primigenio –aunque se hubiesen tomado
prestados-, se estaba construyendo un sonido genuino que se siente y disfruta
desde el primer al duodécimo tema contenidos en 12x5. A quien le puede importar que un tema con tantas
connotaciones como Time Is On My Side
fuese escrito en su día por un letrista cuya pluma estaba al servicio del rock
y el soul allá por los años cincuenta, cuando de su escucha emana la esencia
propia del rock and roll: juventud, rebeldía y rechazo a las normas de una
sociedad marcada por las viejas costumbres que miraba de espaldas al progreso.
Una
jam session en los estudios Chess, títulada 2010
South Michigan Avenue, rompe la dicotomía entre el universo crooner y el
puramente blusero que conviven en 12x5,
haciendo sonar como si hubiesen sido concebidas para ellos tanto Around and Around como It´s All Over Now; mientras Jones,
Jagger, Richards y los demás -incluido un tal Ian Stewart que se escondía tras los créditos- se empeñan en poner claro, con un título tan
explicito como Grown Up Wrong, cuales
son los derroteros por los que en adelante iban a caminar.
50
años no son nada para 12x5… y pasaran
otros cincuenta años, y si podemos verlos correr, seguro que seguiremos
pensando que este álbum es un fragmento de historia tan imprescindible como
lo es a día de hoy.
3 comentarios :
Una gozada esos primeros Stones. Como dices, Aurelio, la mayoría del material no era propio, pero ya se vislumbraba el carácter de los Stones.
Un abrazo y buen finde.
Me parece genial yme jode que apenas toquen material de esa época.
Creo que legalmente está superado el tema de los derechos de autor, así que no hay razón, más que la suya subjetiva, para tocar los temas de la época americana en detrimento de éstos.
Un abrazo.
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