Si
tuviese que sintetizar en una sola palabra a lo que sabe la música de Swamp
Cabbage, no podría utilizar otra palabra para hacerlo que ‘Vintage’, pues tanto
el sonido como la propia estética de la que esta se rodea, transmiten la
sensación de estar ante un producto final con un aroma un tanto ‘rancio’. Alejado
estoy de querer atribuir ningún tipo de connotación negativa al sonido de esta
banda, originaria de la tierra que vio nacer otras como Lynyrd Skynyrd; pues
creo firmemente que la sustancia ‘retro’ que se percibe no es resultado del
azar, sino de la forma personal con la que Walter Parks mezcla determinados
elementos tradicionales para la creación de nuevas composiciones.
Ante
todo lo que se persigue es construir una esencia propia, un sonido peculiar que
haga salir a los temas del catálogo de sensaciones que puedan sugerir las
etiquetas con las que encasillar la música y ciertamente se consigue; aunque
hay que decir que este rock and roll despide aromas de swamp por los
cuatro costados.
Guitarras
y bajos Guild, técnica de finger picking aprendida de los banjistas de las
tierras de Nashville, a las que Parks emigró en busca de la esencia mágica; las
referencias a las Jugs Bands de la profunda Dixieland, las alusiones al jazz y
al ragtime son las señas de identidad que dan la connotación melódica y rítmica
a la música de Swamp Cabbage; que se siguen prolongado y percibiendo
abultadamente en su tercera propuesta original en estudio, descontando evidentemente
su anterior trabajo -el mini-álbum de versiones Drum Roll Please-, titulada Jive;
cuya concepción ha llevado casi un lustro, y que ha sido gestado entre gira
y gira, olvidado ya por el músico de Georgia su alter-ego guitarrístico como
gregario en la banda de Richie Havens.
Aunque
no se prodiguen tanto por estas tierras como puedan hacerlo otras bandas
norteamericanas, lo que es evidente es que hemos dejado marca de nuestro modo
de vida y de nuestra forma de disfrutar la noche tanto en Walter Parks como en
Swamp Cabbage y, para evidenciarlo no
hay más que escuchar la rockera Bilbao
Spain. Aunque el número de temas con música y voz predominan sobre los
instrumentales en Jive, destacan entre
esta variedad la deliciosa Wind Un Money
y Sugarhouse, un riff melódico de
acento pantanoso. Butta alude al swamp blues de los pantanos tanto como la
iconoclástica Beeksbaparoob; mientras
Just For Just Little While como White Gold se acercan frontalmente a la
esencia del rock sureño primigenio.
Un road-album construido sin duda con los
retales de las emociones que proporciona el constante girar de ciudad en ciudad
para cada noche subirse a un escenario distinto ante un publico, algunas
ocasiones más abundante que otras, dispuesto a disfrutar de un buen rato de
rock and roll, y que supone una propuesta musical original e interesante, intensamente
impregnada con los aromas de la vieja Dixie.
2 comentarios :
Ni idea de estos chicos. Quedan anotados, for sure!
Por cierto, a raiz de mi entrada sobre Deep Purple. Te dejo este pedazo de bolo y no te pierdas por nada los últimos minutos con Blackmore haciendo de las suyas:
https://www.youtube.com/watch?v=KJ-CMPqvzQU
Saludos.
Gracias por el aporte, Rockland.
Un abrazo.
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