Supongo
que Shelton III estará exudando maleficios y verbalizando maldiciones al
comprobar una vez más como una compañía discográfica, Curb Records para el caso
que nos ocupa, sigue espoliando su cancionero con fines exclusivamente
comerciales haciendo uso excesivo del derecho que le ha sido concedido por
Cortes y Tribunales de Justicia; aunque tras tal vilipendio pudiese conservar
la calma suficiente para reflexionar y adivinar que los catadores del hillbilly
más canalla son lo suficiente inteligentes como para saber cuando están en
presencia de agravios y tretas de naturaleza altamente cuestionable.
No
se si Ramblin’ Man será capaz de
captar algún despistado, pues últimamente creo que este género de público
escasea, incluso entre los seguidores del cantautor de Nashville, y más desde
que su trayectoria musical entró en una extraña espiral que impulso a que su
camino se desviase hacia derroteros en los que el country alterna e, incluso,
se mezcla con el doom y el heavy metal más opaco, y que no ha generado otra
cosa que indiferencia entre los fans, quienes a duras penas van consiguiendo
salir de la decepción producida por la escucha de trabajos anteriores de nula
significación, tras acercarse a Brothers
of 4 x 4.
De Ramblin’ Man tengo que decir que lo que
más profundamente me atrajo at first
feel son las magnificas ilustraciones de cubierta y contracubierta, ambas realizadas
con los lapiceros de color del artista gráfico Keith Neltner -quién también hizo un trabajo notable en la anterior entrega de la
misma categoría que éste de titulo Long
Gone Daddy, y al que pondría en contacto inmediato con el músico,
pues sincroniza perfectamente con la iconografía que Hank III transmite con música y actitud -; porque en lo referente
a contenidos musicales pocas o ninguna son las sorpresas.
La
tercera toma en disco de la archiconocida On
My Own alterna con temas que debieron formar parte del material de desecho
del álbum con el que Shelton cumplió su contrato con Curb, Hillbilly Joker, como Runnin’
& Gunnin’ y que invitan a salir
corriendo para pinchar con urgencia Rissin’
Outlaw en un intento de exorcizar los
demonios de la decepción. Poco se salva de la quema, como cabría esperar
tratándose de descartes, salvo la versión del clásico de ZZTop Fearless Boggie, que muestra a un Hank
III en su versión más rockera o el cover del clásico de Johnny Paycheck The Only Hell (My Momma Ever Raised).
A la espera de nuevas noticias sobre Hank III y sobre el nuevo material que parece estar preparando para el 2014, que dicho de paso esperemos nos haga recuperar las buenas sensaciones, nos quedaremos revisitando el viejo repertorio; pues aunque yo no aconseje, como su autor, pegarle fuego a este tipo de grabaciones tampoco creo que la ocasión invite a pasar por la disquería.
1 comentarios :
No tenia pensado hacerme con este artefacto la verdad, pero por si quedaba alguna duda me lo dejas claro, este chico le fallan las soldaduras claramente.
Saludos.
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